¡Hola otra vez! En la entrada anterior os hablé de cómo me estaba preparando físicamente para mi parto. Como lo prometido es deuda, en esta segunda parte os quiero contar lo que estoy haciendo en un nivel más psicológico, para afrontar el parto de mi hijo con alegría y fuerza mental.
Empecemos por las respiraciones. Aprendí diferentes tipos de respiraciones en la clase de piloga (pilates + yoga) que imparte Julio Lebrón, tu otro matrón, en Sevilla este. Nos enseñó que había distintos tipos de respiraciones que podían ayudarnos a “surfear” mejor las olas uterinas, y que nos servirían también para recuperar la calma si en algún momento nos poníamos nerviosas. Algunos ejemplos son: la respiración alternante, la de la abeja, la del cuadrado y la que más me gusta a mí (sobretodo si es con música) la SA-TA-NA-MA.
Ahora que el embarazo está bastante avanzado (estoy en la semana 37) a veces el útero presiona el diafragma y me cuesta respirar. Entonces hago alguna de las respiraciones y recupero el aliento 🙂 También sirven para los sobresaltos relacionados con el covid que nos vienen dando a las embarazadas desde el inicio de la pandemia 😉 Esto también estamos aprendiendo a surfearlo sobre la marcha.
En mi primer embarazo, una de las cosas que más me ayudó durante las semanas finales de embarazo y por supuesto durante el parto, fue la Noesiterapia del Dr. Escudero. Yo usé el CD “Dirige tu parto”, a partir del octavo mes de embarazo, y en este segundo embarazo lo estoy usando otra vez. Todas las noches antes de dormir, escucho el audio del Dr. Escudero (y luego una meditación de hipnoparto de las que ahora os hablaré).
Yo nunca había oído hablar de este método, y fue Julio el que me contó la experiencia tan positiva que su mujer Cristina tuvo en su parto, tras acudir a una formación presencial con el Dr. Escudero.
Explicado con mis propias palabras, la noesiterapia te prepara para conseguir un mayor bienestar durante el embarazo, y una analgesia materno-fetal durante el parto. Os puedo decir que mi primer (y hasta ahora único) parto duró tres horas y media, y aunque desde el principio sentí olas uterinas muy intensas, no tuve la necesidad de usar la anestesia epidural.
Me encontraba tranquila y repitiendo en mi cabeza los mantras o afirmaciones que el Dr. Escudero dice en su grabación. Estaba concentrada en ayudar a mi hija a nacer, y en que cada ola uterina me acercaba más a ella. Cuando pasaban la olas uterinas, también durante el expulsivo, dejaba mi cuerpo como muerto, totalmente relajado, y me preparaba para la siguiente. Todo el tiempo tuve los ojos cerrados y sentí una gran paz y relajación.
En mi actual embarazo también me he animado a hacer un curso de hipnoparto impartido por mi amiga Stephanie Carpentier. Aunque por mi trayectoria vital ya estaba familiarizada con algunas de las prácticas que se aprenden en el curso, verlas desde la perspectiva del embarazo y el parto me ha gustado mucho.
Este curso de hipnoparto es muy completo, ya que te enseña respiraciones, meditaciones guiadas, visualizaciones especificas para cada momento del parto, afirmaciones positivas y te da un montón de herramientas para vivir tu embarazo y tu parto desde la tranquilidad y el empoderamiento.
Como os he comentado, antes de dormir escucho el audio del Dr. Escudero y luego voy alternando una meditación guiada de Stephie y otra de Julio, y así tengo un poquito de variedad. Aunque os confieso que nunca llego al final de la meditación y me quedo sopa jejeje.
Mientras las escucho, suelo tener encendido mi difusor de aceites esenciales, unos días le pongo lavanda y otros mandarina. De esta manera consigo hacer un anclaje sensorial, con la idea de que durante el parto, con tan solo oler la lavanda, me transporte a esa relajación tan profunda que siento en las meditaciones guiadas. Ya os contaré si funciona cuando de a luz a Lukas en un mes escaso.
Por último me gustaría contaros que a partir de la semana 36 de embarazo, tomo 6 dátiles al día. A parte de porque están muy buenos y son sanos, los tomo porque ayudan a ponerse de parto a término y disminuyen el tiempo de trabajo de parto. Para ser sincera no sé hasta qué punto se han hecho estudios sobre esto, pero como me gustan los dátiles y no tengo nada que perder, lo hice en mi primer embarazo y lo estoy haciendo ahora también. Ya os he contado que tardé en parir tres horas y media desde la primera contracción hasta que nació Martina. ¿Fue por los dátiles, por la noesiterapia, por el yoga? Nunca lo sabremos con certeza, pero yo por si acaso repito esta vez.
En este embarazo además, a partir de la semana 37 me voy a tomar infusiones de hojas de frambuesa, que me las han recomendado mis doulis. Se empieza por una infusión al día en la semana 37 y se va aumentando cada semana una infusión más: 2 infusiones al día en la 38, 3 infusiones al día en la 39, etc.
Y esto sería todo. Quiero aclarar que no hago publicidad sobre Julio, ni Stephanie, ni el Dr. Escurdero. Simplemente os cuento mi experiencia y ellos han formado parte de ella de manera muy importante y considero que merecen ser mencionados.
Si queréis saber más o tenéis alguna duda, escribidme por favor.
Un abrazo de Lola, tu doula.